estelnegre | 15 Abril, 2007 16:25
El mitificado líder anarquista tuvo un hermano de Falange amigo de José Antonio Primo de Rivera. Tan exaltado como Buenaventura, Marciano Pedro Durruti acabó fusilado por su propio bando
Cuenta la francesa Simone
Weil de sus
vivencias en la Columna Durruti que en una escaramuza capturaron a un
chico de
15 años que peleaba con los nacionales. «Lo
registraron; se le encontró una
medalla de la Virgen y un carné de Falange»,
relata. «Lo enviaron ante Durruti,
quien le dio a elegir entre morir o incorporarse a las filas de quienes
le
habían capturado. Le dio un plazo de 24 horas para
reflexionar. El muchacho
dijo que no y fue fusilado...»
¿Hubiese actuado
igual el enaltecido líder
anarquista si el capturado hubiera sido el militante de Falange
Española de las
JONS Marciano Pedro Durruti Domingo, penúltimo de sus siete
hermanos?
Quince años
más joven que Buenaventura,
Marciano Pedro, tan exaltado como su hermano, ingresó en la
Falange a comienzos
de 1936, trató de mediar entre José Antonio Primo
de Rivera y el propio
Buenaventura y acabó fusilado por miembros de su mismo bando
en 1937. Para él
valdría el retrato que Pío Baroja
trazó de su hermano: «Durruti era tipo para
tener biografía en romance, en un pliego de literatura de
cordel, con un
grabado borroso en la primera página».
Marciano Pedro Durruti
Domingo -no Domínguez,
por más que lo pongan biógrafos de Buenaventura-
había nacido en León el 6 de
marzo de 1911. Para entonces su hermano Buenaventura estaba a punto de
cumplir
15 años y no hacía mucho que había
dejado los estudios para incorporarse al
taller de Melchor Martínez, donde, como escribe Abel Paz,
aprendería socialismo
además del oficio de mecánico. Marciano Pedro
acabaría igualmente siendo
mecánico y chapista.
También como su
hermano Buenaventura, empezó
desde joven a militar en política. Inicialmente, en las
filas del anarquismo y,
seguramente, con la misma ostentación sobreactuada con que
años después
defendería el falangismo. En octubre de 1934, a los 23
años, y con su hermano
Buenaventura ya convertido en mito anarquista, Marciano Pedro fue
puesto a
disposición de las autoridades militares de León
por considerársele implicado
en el movimiento revolucionario y significado elemento de la FAI.
De anarquista a Falange
Ha sido Manuel Durruti
Cubría, doctor en
Ciencias Químicas por la universidad alemana de Heidelberg y
sobrino de
Buenaventura y Marciano, quien de verdad se ha tomado el trabajo de
exhumar el
perfil del hermano falangista. En su empeño de esclarecer la
memoria de los
Durruti al margen de filias y fobias políticas,
él fue quien dio con los
papeles de la causa 405/37 que condenó a la pena capital a
su tío Marciano.
Al poco más de un
año de la detención de
1934, Marciano ya militaba en Falange. La afiliación de un
hermano de
Buenaventura Durruti que, además, había
pertenecido al Ateneo Obrero despertó
recelo entre ciertos falangistas locales. Pese a lo cual, el joven
mecánico
leonés ingresó el 5 de febrero de 1936 con el
aval, nada menos, que de José
Antonio Primo de Rivera.
El poeta Victoriano
Crémer dedica un cálido
espacio a Marciano Pedro Durruti -él lo llama Pedro, a
secas, y lo define como
«anarco-falangista»- en su memorial El
libro de San Marcos. Los dos
coincidieron en la penosa cárcel leonesa de San Marcos.
En ese libro,
Crémer alude a la relación de
Marciano con Primo de Rivera y a un intento de mediación del
falangista leonés
entre su hermano y José Antonio. «Aquel Pedro
Durruti, bajo y fuerte como un
legionario romano», escribe Crémer, «de
mirada insolente y penetrante como
todos los del clan y palabra arrebatada comenzó a desplegar
actividades en los
distintos campos, convertido en conspirador de la fusión o
de la confusión. Y
fue de José Antonio a Buenaventura y de éste a
Ángel Pestaña [anarquista fundador
del Partido Sindicalista]».
Un informe del delegado de
Orden Público de
León asegura que Primo de Rivera dio un cargo a Marciano
Durruti en Falange
Española de Madrid «por una gestión que
había hecho con los anarquistas de
Barcelona». En cualquier caso, no parece que los contactos
fueran muy
fructíferos. Como remata Crémer: «A
punto estuvo [Marciano] de ser estrangulado
por su propio hermano cuando le llegó con la embajada del
desaforado
contubernio».
El joven Durruti
coincidió con Primo de
Rivera en julio de 1936 en la madrileña cárcel
Modelo. De allí salió Marciano
por mediación de su madre, Anastasia Domingo, que, al
parecer, movió importantes
influencias (¿Azaña, Ángel
Pestaña, su propio hijo Buenaventura?).
A su vuelta de Madrid, en los
primeros días
del conflicto civil, buscó refugio en casa de otro de los
hermanos Durruti,
entonces destinado como fogonero en la reserva de locomotoras de la
localidad
leonesa de Busdongo. Y de allí pasó a
León, donde un año más tarde se
precipitaría su tragedia.
En una ciudad
pequeña y de atmósfera tirando
a levítica como León, un tipo vehemente como
Marciano Durruti, llegado al
falangismo del anarquismo, tenía las de perder. Y su
alineamiento con las tesis
del sucesor de Primo de Rivera, Manuel Hedilla, condenado a muerte por
Franco
por resistirse a la unificación de Falange
Española con los tradicionalistas,
sería el detonante de su condena.
Ideas corrosivas
Según el sumario
del consejo de guerra
celebrado contra él entre el 21 y el 22 de agosto de 1937,
Marciano Durruti iba
proclamando con absoluto descaro, en público y en privado,
ideas corrosivas
como la disolución de la Guardia Civil, la
desaparición del clero, la admisión
en Falange de socialistas y comunistas o la subordinación
del Ejército a
Falange. Incluso se recogió un informe que insinuaba que
podría haber dado, o
eso se decía, el fichero de Falange a la
Dirección General de Seguridad
republicana, debido a lo cual habrían sido fusiladas gentes
de derechas por elementos
marxistas.
De poco vale argüir
en su descargo una nota
publicada en el diario anarquista Claridad en abril
de 1936: «En cuanto
a la detención de un tal Marcelo [sic] Durruti en
compañía de un pistolero a
sueldo del fascio llamado Moldes hemos de decir que, aunque
él se llama
anarquista no es tal, pues los informes que de él tenemos
son pésimos, y no hay
más sino que nuestro querido compañero
Buenaventura Durruti tiene la desgracia
de ser hermano suyo, y este sinvergüenza trata de explotar el
nombre limpio de
su hermano, olvidando que éste le tuvo que echar de su
lado».
La suerte de Marciano Pedro
estaba echada y
en un vertiginoso -y algo chapucero- consejo de guerra se le
condenó a muerte
por adhesión a la rebelión con la peculiaridad de
que la pena fuese «ejecutada
por individuos de la misma organización del
condenado».
Marciano Pedro
murió fusilado el mismo día 22
de agosto en El Ferral del Bernesga, en León. Se ignora si
fue amortajado con
la prenda para la que, sugiere Victoriano Crémer, su hermana
Rosa habría
bordado la estampilla del yugo y las flechas, en labor como sacada del Cara
al sol. Enterrado en el cementerio municipal de
León, Marciano Pedro
Durruti no podía aspirar a un duelo multitudinario como el
que Barcelona
ofreció a su hermano Buenaventura, cuya muerte sigue sin
esclarecerse del todo.
Unos dicen que fue un accidente con su propio fusil; otros, que fue
asesinado
por agentes estalinistas, ejecutado entonces por gente de su mismo
bando, como
ocurrió con Marciano.
Fuera como fuese,
Buenaventura murió el mismo
20-N de 1936 que José Antonio Primo de Rivera,
¿el mentor de Marciano Pedro?
Tristes ironías, disidencias, tal vez caprichos de la
Historia.
Gonzalo Garcival
(Crónica / El Mundo, 01-04-07)
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Pedro Marciano Durruti fué asesinado por comunistas en la prisión de Las Ventas en Madrid junto con Ruiz de Alda y Fernando Primo de Rivera en represalia por un bombardeo. Fué Manuel Durruti quién fué fusilado por los franquistas.
Tinc que dir que aixo demostra la deformació que va fer el dictador franco amb la ideologia del falangisme autentic i de com o que volia jose antonio,segons la meua opinió era deixar i aixo esta clar,a la ceda,buerguesia i monarquia en la mes absoluta miseria(cosa clara i bona) i que els homens(els treballadors) pce i cnt en una fusió,creixera fe de las jons per que lo que compta en fe de las jons es que tots el treballadors som iguals i lluitem per el obrer.
PAN.PATRIA Y JUSTICIA.
SALUD Y REPUBLICA NACIONALSINDICALISTA
lo del hermano no lo sabia con certeza pero no hera nada
raro teniendo encuenta la cantidad de hermanos que heran
y en esos tiempos
y las reuniones con la falange y otros partidos supongo que no solo habria avido una en tiempos de guerra y lo encuentro normal
por estrategias de persuacion
y convencimiento ante la violencia de la guerra siempre hay otras formas de revolucion social
y de buanaventura no era el unico valiente y su fuerza era producto del trabajo de todos los compañeros y algun infiltrado y porque no tambien de su familia.
el anarquismo teorico creean
pequeños frankesteis ingobernables que para unos se les capa de las manos y se ven amenazados y avergonzados de sus propios actos y buscan con desesperacion disimularlo llegando a la malda del ser humano .
con esto no defiendo a buenaventura que como persona tambien tendria lo suyo pero no hay que olviar y recordar a los trentistas dentro de la cnt y demas elementos indeseables por el anaquismo
(politicos,funcionarios,curas,burgeses; al servicio del estado)disfrazados de compañeros revolucionarios esperando a la zecho de la traicion y la venta
tanto la fai como la falange en sus tendencias diferenciadas eran los extremos mas radicales de sus politicas y no deseadas en esos tiempos de evolucion industrial y capitalista que heran un estorbo si fucionaban sin riendas y habia que atarlos o sacrificarlos por el bien de unos pocos y sus intereses
salud suerte y anarquia